Hay humanos excepcionales quienes pueden descender a
enormes profundidades sin bombonas de oxígeno, descubre cómo la física se enlaza con los deportes extremos.
El cubano José Pipin y el italiano
Umberto Pelizzari, en los años noventa y principios de este siglo, protagonizaron impresionantes duelos de inmersión en el mar a pulmón libre.
En poco lapso de tiempo, uno rompía el récord mundial del otro. Una pregunta flota en el aire:
¿cuánta presión puede sorportar el cuerpo humano?.
El cálculo de presión que soportan estos hombres es muy fácil de obtener. La presión de todo fluido estático es, según Pascal:
P=ρgh
Considerando a P como la presión, la letra griega ρ representa la densidad del agua, g es
aceleración en caída libre (9.8m/s
2) y h es la profundidad que descienden los buzos. A cuatro grados centígrados la densidad del agua es de 1000.00 kg /m
3.
De acuerdo con la información que tengo, el record mundial de inmersión
sin tanque de oxígeno y sin límites es: 214 metros de profundidad.
Entonces basta hacer la sustitución y encontramos que la presión que
soporta el cuerpo humano a esa profundidad es de: 2 097 200 Pa. Es
decir casi 21 veces la presión atmosférica.
Estos atletas soportan 21 atmósferas extra sobre sus cuerpos. Nada mal para un frágil humano. Por supuesto, estos buzos disciplinan su cuerpo con
meditación,
práctica constante y hábitos sanos. Ellos soportan la alta presión,
economizan al máximo el oxígeno que necesitan (un desmayo se produce
cuando falta oxígeno en el cerebro, la falta prolongada de este gas
mata neuronas y el daño puede ser irreparable), cuentan con la
fortaleza para ascender a la superficie y soportar el cambio de
presión. Toda una hazaña para el cuerpo humano.
Se puede bajar mas de 30 metros sin una botella de oxígeno, lo hacen
agarrándose a un peso que baja a gran velocidad y hacen un cálculo
aproximado de cuánto tiempo más podrán aguantar y cuanto tardarán en
subir. Entonces se sueltan.
Se consigue bajar a tal profundidad pese a que la presión ejercida por el agua es altísima debido a la
propia alteración del cuerpo.
Éste introduce líquidos en algunos conductos llenos de aire de los
pulmones evitando que la presión los destruya (los gases son fácilmente
compresibles pero los líquidos y los solidos no), el tamaño total de
los pulmones se reduce, así lo demuestran estudios realizados sobre los
practicantes de este deporte.
El cubano Pipin Ferrara llegó a 200
metros, con sólo una botella de aire. Su esposa al intentar romper el
récord para damas murió.